el gran piloto de la nave santa [1];
y también vendrá tiempo en que se mire
estar blandiendo el español cuchillo
sobre el cuello romano, y que respire
sólo por la bondad de su caudillo.
El grande Albano hará que se retire
el español ejército, sencillo,
no de valor, sino de poca gente,
pues que con ella hará que se le aumente;
y cuando fuere ya más conocido
el propio Hacedor de tierra y cielo,
aquél que ha de quedar instituído
por visorrey de Dios en todo el suelo,
a tus reyes dará tal apellido
que él vea que más cuadre y dé consuelo.
Católicos serán llamados todos,
sujeción e insinia de los godos;
pero el que más levantará la mano
en honra tuya y general contento,
haciendo que el valor del nombre hispano
tenga entre todos el mejor asiento,
un rey será de cuyo intento sano
grandes cosas me muestra el pensamiento;
será llamado, siendo suyo el mundo,
el segundo Felipo sin segundo.
Debajo de este imperio tan dichoso,
serán a una corona reducidos,
por bien universal y a tu reposo,
tus reinos, hasta entonces divididos.
- ↑ Alusión al saco de Roma por el ejército imperial en 1527.