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JORNADA SEGUNDA
Salen Teógenes y Caravino, con otros cuatro Numantinos, gobernadores de Numancia, y Marquino, hechicero, y siéntanse.
teógenes
Paréceme, varones esforzados,
que en nuestros daños con rigor influyen
los tristes signos y contrarios hados,
pues nuestra fuerza humana desminuyen.
Tiénennos los romanos encerrados,
y con cobardes manos nos destruyen;
ni con matar muriendo no hay vengarnos,
ni podemos sin alas escaparnos.
No sólo a vencernos se despiertan
los que habemos vencido veces tantas;
que también españoles se conciertan
con ellos a segar nuestras gargantas.
Tan gran maldad los cielos no consientan;
con rayos hieran las ligeras plantas
que se muestren en daño del amigo,
favoreciendo al pérfido enemigo.
Mirad si imagináis algún remedio