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>me ves que ando siempre ajeno,
mete la mano en tu seno,
verás si tengo razón.
¿No sabes los muchos años
que tras Lira ando perdido?
¿No sabes que era venido
el fin todo a nuestros daños,
porque su padre ordenaba
de dármela por mujer,
y que Lira su querer
con el mío concertaba?
También sabes que llegó
en tan dulce coyuntura
esta fuerte guerra dura,
por quien mi gloria cesó.
Dilatóse el casamiento
hasta acabar esta guerra,
porque no está nuestra tierra
para fiestas y contento.
Mira cuán poca esperanza
puedo tener de mi gloria,
pues está nuestra vitoria
toda en la enemiga lanza.
De la hambre fatigados,
sin medio de algún remedio,
tal muralla y foso en medio,
pocos, y ésos encerrados;
pues como veo llevar
mis esperanzas del viento,
ando triste y descontento,
ansí cual me ves andar.