Decid al general que alargue el paso
al foso, porque viene dirigida
a él una embajada.
a él una embajada.Dila presto,
que yo soy Cipión.
que yo soy Cipión.Escucha el resto.
Dice Numancia, general prudente,
que consideres bien que ha muchos años
que entre la nuestra y tu romana gente
duran los males de la guerra extraños,
y que, por evitar que no se aumente
la dura pestilencia destos daños,
quiere, si tú quisieres, acaballa
con una breve y singular batalla.
Un soldado se ofrece de los nuestros
a combatir cerrado en estacada
con cualquiera esforzado de los vuestros,
para acabar contienda tan trabada;
y al que los hados fueren tan siniestros,
que allí le dejen sin la vida amada,
si fuere el nuestro, darémoste la tierra;
si el tuyo fuere, acábese la guerra.
Y por seguridad deste concierto,
daremos a tu gusto las rehenes.