Esta página ha sido corregida
201
los templos, las casas vuestras,
levantadas en concordia!
Hoy piden misericordia
hijos y mujeres vuestras.
Ablandad, claros varones,
esos pechos diamantinos,
y mostrad cual numantinos,
amorosos corazones:
que no por romper el muro
se remedia un mal tamaño;
antes en ello está el daño
más propincuo y más seguro.»
lira
También las tristes doncellas
ponen en vuestra defensa
el remedio de su ofensa
y el alivio a sus querellas.
No dejéis tan ricos robos
a las cudiciosas manos.
Mirad que son los romanos
hambrientos y fieros lobos.
Desesperación notoria
es ésta que hacer queréis,
adonde sólo hallaréis
breve muerte y larga gloria.
Mas ya que salga mejor
que yo pienso esta hazaña,
¿qué ciudad hay en España
que quiera daros favor?