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al otro mil espadas le acabaron;
por donde infiero que la hambre ha sido
quien les dió atrevimiento tan subido.
escipión
Si estando deshambridos y encerrados
muestran tan demasiado atrevimiento,
¿qué hicieran siendo libres y enterados
en sus fuerzas primeras y ardimiento?
¡Indómitos! ¡Al fin seréis domados,
porque contra el furor vuestro violento
se tiene de poner la industria nuestra,
que de domar soberbios es maestra!
Vanse todos, y sale Marandro, herido y lleno de sangre, con una cesta de pan.
marandro
¿No vienes, Leonicio? Di:
¿qué es esto, mi dulce amigo?
Si tú no vienes conmigo,
¿cómo vengo yo sin ti?
Amigo que te has quedado,
amigo que te quedaste:
no eres tú el que me dejaste,
sino yo el que te he dejado.
¿Que es posible que ya dan
tus carnes despedazadas
señales averiguadas
de lo que cuesta este pan,