Ir al contenido

Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/238

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

236

muchacho

Si no puedes caminar
ahí te habrá de acabar
la hambre, la espada o miedo.
Yo voyme, porque ya temo
lo que el vivir desbarata:
o que la espada me mata,
o que en el fuego me quemo.

Vase el Muchacho a la torre, y queda Servio, y sale Teógenes con dos espadas desnudas y ensangrentadas las manos, y como Servio le ve, huye y éntrase, y dice Teógenes:
teógenes

Sangre de mis entrañas derramada,
pues sois aquélla de los hijos míos;
mano contra ti mesma acelerada,
llena de honrosos y crueles bríos;
fortuna, en daño mío conjurada;
cielos, de justa piedad vacíos:
ofrecedme en tan dura, amarga suerte,
alguna honrosa, aunque cercana muerte.
Valientes numantinos, haced cuenta
que yo soy algún pérfido romano,
y vengad en mi pecho vuestra afrenta,
ensangrentando en él espada y mano.
Una de estas espadas os presenta
mi airada furia y mi dolor insano: