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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/241

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como si en paz tranquila y sosegada
estuviesen los fieros numantinos.

mario

Presto podrás salir de aquesa duda,
porque, si tú lo quieres, yo me ofrezco
de subir sobre el muro, aunque me ponga
al riguroso trance que se ofrece,
sólo por ver aquello que en Numancia
hacen nuestros soberbios enemigos.

escipión

Arrima, pues, ¡oh, Mario!, alguna escala
a la muralla, y haz lo que prometes.

mario

Id por la escala luego, y vos, Ermilio,
haced que mi rodela se me traiga
y la celada blanca de las plumas:
que a fe que tengo de perder la vida,
o sacar de esta duda al campo todo.

ermilio

Ves aquí la rodela y la celada;
la escala vesla allí: la trajo Limpio.

mario

Encomiéndame a Júpiter inmenso,
que yo voy a cumplir lo prometido.