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Todos son muertos, y sólo uno creo
que queda vivo para el triunfo darte,
allí en aquella torre, según veo.
Yo vi denantes un muchacho; estaba
turbado en vista y de gentil arreo.
escipión
Si eso fuese verdad, eso bastaba
para triunfar en Roma de Numancia,
que es lo que más agora deseaba.
Lleguémonos allá, y haced instancia
cómo el muchacho venga aquestas manos
vivo, que es lo que agora es de importancia.
Dice Bariato, muchacho, desde la torre:
bariato
¿Dónde venís, o que buscáis, romanos?
Si en Numancia queréis entrar por fuerte,
haréislo sin contraste, a pasos llanos;
pero mi lengua desde aquí os advierte
que yo las llaves mal guardadas tengo
desta ciudad, de quien triunfó la muerte.
escipión
Por ésas, joven, deseoso vengo;
y más de que tú hagas insperiencia
si en este pecho piedad sostengo.