Ir al contenido

Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/248

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

246

bariato

¡Tarde, cruel, ofreces tu clemencia,
pues no hay con quien usarla: que yo quiero
pasar por el rigor de la sentencia
que con suceso amargo y lastimero
de mis padres y patria tan querida
causó el último fin terrible y fiero!

quinto

Dime: ¿tienes, por suerte, aborrecida,
ciego de un temerario desvarío,
tu floreciente edad y tierna vida?

escipión

Tiempla, pequeño joven, templa el brío;
sujeta el valor tuyo, que es pequeño,
al mayor de mi honroso poderío;
que desde aquí te doy la fee y empeño
mi palabra que sólo de ti seas
tú mismo propio el conocido dueño;
y que de ricas joyas y preseas
vivas lo que vivieres abastado,
como yo podré darte y tú deseas,
si a mí te entregas y te das de grado.

bariato

Todo el furor de cuantos ya son muertos