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Página:Comedias - El trato de Argel - El cerco de Numancia (1922).pdf/69

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de fraude y de astucia llenos:
acullá suenan los truenos,
y acá disparan los rayos.

yzuf

Vamos; que el cielo, que toma
por suya nuestra defensa,
a España hará, con su ofensa,
sujecta y sierva a Mahoma.
Y vos, señora, ordenad
a Silvia lo que ha de hacer,
y vos, Silvia, a su querer
sujetad la voluntad.

Vanse los dos, y quedan Silvia y Zahara solas.
zahara

Cristiana, di: ¿de adónde eres?
¿Eres pobre, o eres rica?
¿De suerte ensalzada, o chica?
No me lo niegues, si quieres,
porque soy, cual tú, mujer,
y no de entrañas tan duras
que tus tristes desventuras
no me hayan de enternecer.

silvia

Señora, soy de Granada,
y de suerte ansí abatida,
cual lo muestra el ser vendida