Página:Comentarios del Pueblo Araucano II.pdf/4

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
3)
77
EL ARTE DE LA TRADUCCION

Se trata de lo siguiente:

Un niño de padre indio i madre chilena (el señor Manuel Manquilef González) educado por su abuela indíjena, habla solo la lengua mapuche hasta los siete u ocho años de edad. Desde entónces aprende el castellano, hace estudios escolares de la escuela primaria i superior i algunos años de liceo. Hasta la edad de 15 años queda constantemente en contacto con la jente que habla la lengua indíjena. En seguida se separa por cinco años de ese medio [1] para hacer el curso de la Escuela Normal de Chillan i titularse de preceptor. Vuelve en seguida a Temuco donde, a la vez con la continuacion de sus estudios que lo hacen hombre culto en un grado superior al término medio del preceptorado nacional, tiene constante práctica en la lengua indíjena.

Naturalmente la costumbre de escribir la ha desarrollado con la lengua literaria castellana, pero se ha acostumbrado tambien a escribir el mapuche.

¿Cuál de las dos lenguas será hoi con mayor derecho su lengua patria? Es difícil decirlo. Evidentemente, piensa en mapuche cuando habla i escribe ese idioma i en castellano cuando escribe i habla en esta lengua. Pero no ha analizado la gramática mapuche i es completamente injenuo al usar la lengua indíjena. No se habrá dado cuenta del significado propio i primitivo de sus elementos gramaticales, i de consiguiente le es molesto hacer versiones interlineares, palabra por palabra, del mapuche al castellano [2].

Pero, ahí está la gran cuestion. ¿Es posible traducir literalmente de una lengua a la otra, cuando las dos son de estrutura enteramente distinta i representan grados de cultura enteramente diferentes? Creo que no es posible.

He llegado a la conclusion de que la idea que se tiene en

  1. Sin embargo Manquilef durante las vacaciones (unos tres meses cada año) que siempre ha pasado entre los suyos, ha tenido ocasion de practicar la lengua indíjena.
  2. Véase mi Prefacio al primer Comentario (Rev. de Folklore Chileno II, p. 4).