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CAPITULO 1.º
De la fundacion de la Ciudad de Guatemala.

Habiendo el invicto Capitan Don Pedro de Alvarado, como acabamos de decir, subyugado á principios del año de 1524, las numerosas provincias de Soconusco y Tonalá, y sostenido formidables batallas de los indios Quichées, que defendían el paso con porfiada obstinacion, hasta alcanzar una completa victoria de ellos, el 14 de Mayo del mismo año; pasó á la corte del Reino Kachiquel, que como sienta el cronista Vázquez (tomo 1º, libro 1º, capitulo 1º), era el antiguo pueblo de Tecpan-Guatemala, y asegura este Autor, que recibidos en él los españoles por el Rey Apotzotzil, ó Sinacam, con grande agasajo, habiendo descansado el ejército algunos dias, se dirigió al pueblo de Atitan, á hacer guerra á los Zutugiles. Y corriendo por los pueblos de la costa, sin dejar las armas de las manos, venciendo á cuantos le disputaban el paso, llegó á un lugar, que los mejicanos llamaron Almolonga, que quiere decir manantial de agua, por el mes de Julio de 24. Este lugar, (como dice el Padre Remesal, lib. 1º, cap. 2º) agradó á los españoles, por la frescura de su temple, por la hermosura de sus praderías, por la apacibilidad de sus arroyos, y últimamente porque estando entre dos montes, los mas altos de este Reino, del uno de los cuales manando por todas partes caudalosas fuentes y saliendo de la cumbre del otro borbollones de fuego y humo; hacían, aun por el sitio, famosa su poblacion. En efecto, determinaron establecerse en él, hasta encontrar otro mejor; é hicieron, ayudados de los indios mejicanos y tlexcaltecas, sus rancherías. El dia 25 de Julio, continúa Remesal, en que la Iglesia celebra al Apóstol Santiago, Patrón de España, se pusieron en forma de ejército y armados marcharon á oir misa, á son de tambores y pifanos y al ruido de arcabuces y mosquetes: resplandecían los arnéses, tremolaban las plumas con el viento, lozaneábanse los caballos enjaezados y adornados con joyas y planchas de oro.