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valle, arrimándola hacia el Nordeste, en el paraje llamado el Llano de la Virgen, y que se intitulase la Nueva Guatemala de la Asuncion; y en virtud de esta real orden se estableció el Noble Ayuntamiento en el nuevo sitio, el 1º de Enero de 1776.




APÉNDICE AL CAPITULO 4.º
Del singular privilegio que goza el Cabildo secular de Guatemala, de que sus Capitulares se sienten en las sillas del Coro de la Catedral, interpolados con las Dignidades y Canónigos de dicha Iglesia, en las posesiones de los Señores Arzobispos.

Por costumbre inmemorial, asiste el Muy Noble Ayuntamiento de esta Ciudad, á las posesiones de los Ilustrisimos Señores Obispos, ocupando sus Alcaldes en esta funcion, asi en el Coro como en la sala Capitular, las sillas de los Sres. Dean y Arcediano, y sentándose los demás Capitulares de ambos Cabildos entreverados, uno del eclesiástico y otro del secular. De esta singular prerogativa, que no sé que la goce Cabildo de ciudad alguna, absolutamente se ignora el principio; mas no es muy difícil brujulear el origen de esta costumbre. El Señor Marroquin fué hecho Obispo de Guatemala á fines del año de 1534; y asi, á mas tardar, tomaría posesion el año de 1536, en cuyo tiempo aun no tenia Canónigos la Nueva Catedral: en esta suposicion, siendo muy natural que el Cabildo secular de esta Ciudad asistiese á la posesion de su primer Obispo, y no habiendo Cabildo eclesiástico, ni otro cuerpo político, se cae de su peso que los Alcaldes ordinarios y Regidores ocuparían los primeros lugares, despues del Prelado. Con este ejemplar seguirían los referidos Capitulares asistiendo á las posesiones de los Obispos y sentándose en las primeras sillas, las que el Cabildo eclesiástico no rehusaría por política. Asi correrían las cosas en aquellos tiempos, en que reinaba la sencillez. Mas habiéndose interrumpido esta costumbre en la posesion del Señor Don Fr. Mauro de Larreategui, y no sé si en otras, cayeron en la cuen-