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ron con los Regidores, insta que un vecino les dió el que le habia tocado. Fueron fundando Conventos en casi todas las ciudades del Reino, como son Gracias á Dios, Comayagua, Leon, San Salvador, San Miguel, Granada, Nueva-Segovia y en las villas de Sonsonate y Tegucigalpa, en algunos pueblos que les dió el Señor Obispo y otros que les cedió la Religion de Santo Domingo. Teniendo ya copia de casas, erigieron la Provincia de la Presentacion de Nuestra Señora, que se gloría de ser la primera que tuvo esta Religion en el continente de la América y ser madre de la muy grave Provincia de la Visitacion de Nuesta Señora de Méjico. El Convento de Guatemala [1] es cabeza de la citada Provincia de la Pre-


  1.  En la Iglesia de este Convento de Religiosos de Nuestra Señora de la Merced, se halla colocada una Imágen de Nuestro Señor Jesucristo con la Cruz á cuestas: es de las mas hermosas que tiene Guatemala y á quien profesan gran veneracion sus vecinos. Para promover sus cultos se ha fundado en dicha Iglesia una cofradía, que confirmó la Silla Apostólica y le concedió muchos privilegios, gracias é indulgencias. Esta Imágen es una de las que se les ha hecho novenario de rogacion en las necesidades públicas. El Noble Ayuntamiento de esta Ciudad juró, con las solemnidades acostumbradas, el 28 de Febrero de 1721, asistir á la fiesta principal que se hace delante de esta sagrada Efigie, el martes sauto. Pero, lo mas singular que tiene dicha devota Imágen, es estar consagrada, en la misma forma y con los mismos Ritos, que se consagró la Imágen de Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla. Hizo esta solemnísima funcion el Ilustrísimo y Rmo. Señor Doctor Don Fr. Juan Bautista Alvarez de Toledo, Obispo de Guatemala, con asistencia de la Real Audiencia, ambos Cabildos, Religiones y la Nobleza, el dia 5 de Agosto de 1717. Vestido el espresado Señor Obispo de Pontifical, las Dignidades de esta Santa Iglesia Catedral con capas de Coro y los Canónigos con Dalmáticas, procedió á ungir la Santa Imágen, con óleo de Catecúmenos, en la cabeza, manos y pies, y la Cruz en cinco partes: sirvieron de padrinos en esta funcion el M. R. P. Fr. José Xiron de Alvarado, Provincial y los Padres Maestros del Orden de Santo Domingo, que tenían el óleo, la estopa y pan para limpiarlo. Al concluirse la consagracion, se repicó solemnemente en todas