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XX y IV Arzobispo.— El Ilustrísimo Señor Doctor D. Cayetano Francos y Monroy. Nació en la villa de Villavicencio de los Caballeros: obtuvo la Canogia Magistral de la Catedral de Plasencia, y el año de 1778 fué elec-


    forma que está referido, se queda enteramente ignorado y que su noticia puede ser útil en lo sucesivo, nos ha parecido conveniente aclararlo. Hallándose el Ilustrísimo Señor Doctor Don Pedro Cortés en el gobierno de esta Diócesis, por cosas que afligían su conciencia y no podia remediar, en 31 de de Agosto de 1769, hizo renuncia del Arzobispado. Su Magestad, en cédula de 5 de Julio de 1770, le dice: he resuelto manifestaros no ser aceptable vuestra proposicion, en cuanto á admitiros la renuncia, que intentáis hacer de esa Prelacia. Cualquiera que lea este periodo de la real cédula, tendrá por determinado y acabado el negocio de la espresada renuncia, Sucedió el año de 1773 la ruina de Guatemala: el Señor Don Martin de Mayorga que se hallaba de Presidente de esta Real Audiencia, emprendió con el mayor ahinco la traslacion de la Ciudad: el Gobernador del Consejo, que protegía al Señor Mayorga, deseando quitar del medio al I. S. Cortes que se oponia á los intentos del Señor Presidente, escribió al enunciado Señor Arzobispo, en 25 de Setiemhre de 1777, avisándole estar admitida la renuncia que hizo en las representaciones de 31 de Julio y 31 de Agosto de 1769. De seguida fué nombrado Arzobispo de Guatemala el Ilustrísimo Señor Doctor Don Cayetano Francos y Monroy; y como se tuviese noticia que este Principe se acercaba á largas jornadas para esta Metrópoli, urgía la Real Audiencia al I. S. Cortes á que saliese de la Diócesis; mas este Prelado, estando en el concepto de que era nula la admision de la renuncia y sus consiguientes, no creia tener facultad para apartarse de su Iglesia. Es verdad que por este tiempo se hallaba promovido al Obispado de Tortosa; pero como no estaban despachadas las bulas, por consiguiente, ni disuelto el vinculo con esta Iglesia, no se juzgaba con poder para separarse de su esposa. Este fué el motivo de las ruidosas providencias, que se tomaron por una y otra parte, hasta llegar la Real Audiencia á librar carta de estrañamiento á dicho Señor Cortes; la que no se le intimó, por haber salido de Guatemala antes que llegase el comisionado del referido Tribunal.