Página:Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala Tomos I - II.pdf/406

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
—22—

un Monarca envejecido en las campañas y con una nacion tan valerosa como los Quicheés: que si queria escusar su desastre, lo rindiese voluntariamente á Polopó-Toliman y algunos otros lugares de su Reino y gozaría lo que le quedare en paz. A esta propuesta respondió Rumal-Ahaus, que mayor admiración le causaba á el ver la insaciable ambición con que queria que le rindiese á su antojo las referidas ciudades de su corona; pero que si gustaba de escusar la muerte de los vasallos de uno y otro Reino, que estaba pronto á feriar las ciudades que le pedia, por otras tantas del Señorío del Quiché, en un solo lance de persona á persona. Con esta respuesta, que no esperaba Maucotah, se acercó á su campo y dio orden para que se acometiese al de Rumal-Ahaus: encendióse un sangriento combate, en el que se vió, con admiración de uno y otro ejército, desmontarse ambos Reyes de sus andas y contender de persona á persona: eran á la verdad iguales los ánimos en la constancia y ardimiento; pero habiendo oido el Zutugil cierto rumor en la retaguardia de su ejército, que habia sido acometido por las espaldas por 10,000 Quicheés, en tanto que volvió los ojos é inclino el cuerpo á aquella parte, le hirió con un dardo Maucotah abajo del cuello: cuyo suceso obligó á Rumal-Ahaus á retirarse con muerte de muchos caballeros de su corte, que defendieron el que lo siguiesen las tropas de los Quicheés. En esta refriega perseveraron los dos campos todas las horas del dia, hasta que los separaron las sombras de la noche. Otro dia amaneció aquel sitio desamparado de los Zutugiles y también los lugares de Toliman y Polopó, que entraron en poder de Maucotah. Mas este Monarca no tuvo tiempo de gozar los frutos de este triunfo, porque cargado de años y de enfermedades adquiridas en la campaña, murió dejando su Reino lleno de sentimiento por la falta de su sagacidad, de su virtud militar y de su gran magnanimidad.

Fué coronado por Rey del Quiché Iquibalam, Príncipe de competente edad para el peso del gobierno y manejo de las armas, de que tanto necesitaba este Reino. Porque la deliberación de Rumal-Ahaus, Rey Zu-