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San Lucas y se les pusieron Ministros; pero nada de esto fué bastante para que dichos neófitos permaneciesen en poblado, pues á fines del año de 1688 volvieron á quemar el pueblo, escapando con gran dificultad las vidas los Religiosos que estaban administrando los sacramentos á estos indios. Era por este tiempo Alcalde Mayor de la Verapaz Don José Calvo de Lara, el que habiendo consultado con el Señor Presidente, entró á las tierras de los Choles, con escuadras de indios de Cahabon, y sacando cuantos indios pudo, los pobló en el valle de Urran, para que estando en buenas tierras y lejos de la montaña, no se volviesen á ella. El Padre Maestro Er. Diego Rivas llegó á Güegüetenango y mostró los despachos que llevaba al Corregidor Don Melchor Mencos y Medrano, el que se interesó mucho en esta faccion, previno todo lo necesario para ella y acompañó á los Misioneros: efectuóse la entrada por el pueblo de Sta. Eulalia: iba el Mtro. Rivas con dos Religiosos y el Hermano Juan de Santa Maria, Betlemita, el Corregidor y diez Españoles. Internáronse en la montaña y á los siete días de andar por aquellos despoblados, encontraron con algunos Lacandones, los cuales se pusieron en fuga; y temiendo los nuestros no fuesen espías y que si daban sobre ellos estos infieles, no habia gente bastante para la defensa, determinaron retirarse.

Repitió sus órdenes para estas reducciones N. C. M. el año de 1686 y el Real Consejo de las Indias despachó cédula en 24 de Noviembre de 1692, en que ordena se entre á la conquista de los Choles y Lacandones, á un mismo tiempo por las provincias de Verapaz, Chiapa y Güegüetenango; mas cuando llegó á Guatemala esta real cédula se hallaba suspenso de la Presidencia el Señor Don Jacinto de Barrios Leal, y asi no tuvo efecto por entonces. Habiendo sido repuesto en su emploo el Presidente, el año de 94, en virtud de las referidas reales órdenes é instado de los Padres misioneros Fr. Melchor López y Fr. Antonio Margil, que habiendo intentado dichas reducciones y entrado á las tierras de los Choles y Lacandones, no habían sacado sino malos tratamientos, comenzó á hacer sus preparativos para la jor-