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sus soldados en busca de maiz: igualmente fué el Alférez Don Juan Guerrero con cuarenta soldados á Zochemacal. Todos estos Cabos llevaban orden de sacar todos los indios que se habían retirado al monte y procurar que volviesen á sus pueblos; y en efecto, la diligencia é industria de estos Capitanes, después de muchos trabajos, lograron reducir innumerables indios. Pero iba enfermando la gente, por lo que se resolvió la retirada: celebróse junta general, en que se nombró Cabo del presidio y los soldados que debían quedar de guarnición y se acordó lo que se juzgó conveniente. Salieron las compañías, tomando sus marchas por el camino que habían venido de Guatemala: seguíalas el General Meneos, con la compañía de Don Marcos de Ávalos, á quien se le entregaron aprisionados el Rey Don José Pablo Canek, un hijo y un primo suyo, de quienes se presumía habían inducido á los indios á la fuga; y después salió para Yucatan el General Urzúa con los suyos.

Quedaron en el Peten Juan Francisco Cortes, Cabo superior y Justicia mayor de aquellas provincias y la guarnición del presidio: Bernardo Guerrero por patrón de la galeota y gente de su tripulación: un cirujano, armero, carpintero y otros oficiales mecánicos. El Vicario eclesiástico Don Pedro de Morales, el R. P. M. Fr. Diego Rivas y otros cuatro Religiosos: catorce familias de Españoles, algunos indios de servicio y los peones para el cultivo de las milpas. A poco de haber llegado á Campeche Don Martin de Urzúa, murió el Gobernador Don Roque de Soberanis y entrando á sucederle el referido D. Martin, tomó posesión de la Capitanía general y gobierno de Yucatán, uniendo en si los Gobiernos de Yucatán y del Itza. Llegó también á Guatemala Don Melchor Meneos, con sus prisioneros, espectáculo que causó grande alboroto en el pueblo novelero: hospedáronse estos magnates en las casas del citado Meneos, sin que sepamos su paradero; porque la historia de Don Juan de Villagutierre finaliza en este paso. Mas por lo que respecta á las reducciones de los Itzaex, no tiene duda que se continuaron, pues por los años de 1759 habia fuera de la capital, siete pueblos en este partido del Peten, que eran servidos por cinco Curas.