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Hallábase Caibilbalam en el mayor conflicto: veia que dentro sus murallas era muy poco y casi corrompido el alimento: sabia que los Españoles le habían talado los campos: no se procuraba introducir en la ciudadela socorro de vituallas, que no diese en manos de los nuestros: no se encontraban yerbas en aquella fortaleza, estando todo el terreno solado de argamasones bidriados, y ya los Mames morían de hambre en gran número, después de haber comido los cueros de las rodelas, y hasta los cadáveres de sus semejantes. Consideradas tantas miserias por aquel infeliz Cacique, determinó redimir su pueblo, aunque fuese á costa de su esclavitud: hizo largas pláticas sobre la materia con sus Capitanes y principales Consejeros; y conviniendo éstos con el dictamen de su Señor que era indispensable el rendimiento, pidió plática con nuestro campo y suspensión de armas que se le concedió llanamente; y enviandosele un intérprete, dijo que quería ajustar paces con el gran Capitán de los blancos. Señalóse sitio para estas vistas entre la puerta de la fortaleza y el cuartel de la caballería: salió de su campo Gonzalo de Alvarado, acompañado de los Capitanes Alonso Gómez de Loarca, Antonio de Salazar, Francisco de Arévalo y otros doce personages de su Consejo: y á la seña de nuestras trompetas se vio abrir aquella puerta tanto tiempo cerrada á los Españoles, y salir por ella al gran Señor de los Mames, asociado de sus Capitanes; y acercándose los dos principales Cabos, desmontados los nuestros, Gonzalo de Alvarado se dirigió á Caibilbalam con los brazos abiertos; y dice en su M. S. Quise desde el principio tratarlo como amigo..... y procuré de mi parte hacerle mucha amistad; pero él, en viéndome que le trataba con amor, se le llenaron los ojos de agua: mostraba en su persona la nobleza de su sangre, y seria entonces como de cuarenta años. Pero después de aquellas primeras cortesías le bizo gran cargo Gonzalo al Cacique, de no haber querido la paz, con que le convidó y le hizo otras pláticas sobre la religión. A que respondió el Cacique gustaría de ser enseñado en las cosas que le decia de Jesucristo y obedecer al Rey de España con todos sus va-