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zado un mundo y lo escondía a todas las miradas. El hombre lo adivinó, y un débil leño bastóle para arreba- tármelo. :
— ¿Quién es el hombre?
— El que a ti te domina.
— ¡A mí! — rugió el viento.
Y con cólera sacudió las aguas, que se convirtieron en montañas.
— ¡A ti! — añadió el mar, — pues te obliga a mover las aspas de un molino y a hinchar las velas de un bu- que. .
— ¿Quién ha dado su poder a' hombre?
— El que a mí, infinitamente grande, me puso por valla el grano de arena, que «s lo infinitamente pe- queño : Dios.
LÉXICO
Viento. — El aire en movimiento.
Gaurisankar o Everest. — En los montes del Himalaya es la mon- taña más alta; mide 8.840 metros.
Alud. — Masa de nieve que se desprende de una montaña y rueda por su flanco.
Ballena. — Mamifero cetáceo de gran corpulencia; actualmente sólo se le encuentra en los mares vecinos a los polos. En el Austral han empe- zado hace pocos años grandes cacerias de ballenas.
Tiburón. — Pez condropterigio, familia de los selacios : es el más voraz que se conoce; llego a tener más de 7 metros de largo.
Añoso. — Cargado de años.
Estrépito. — Ruido, fragor, estruendo.
EJERCICIOS
¿Qué es el pararrayos? — ¿de qué se hace? — ¿para qué sirve? Decir los nombres que toma el viento : 1, según su dirección; 11, según su rapidez; 11!, según la constancia o variabilidad con que sopla. —
