tiene uno en su mano ciertos prontos, y usted bien conoce que cuando se harta uno de oir alrededor disparates, parece que le dan ganas de romperse. si pudiese, la cabeza conira la pared.
—Vaya, vaya, pues esas furias hay que moderarlas... Concha se disgustó bastante. Y luego la gente maligna, las envidiosas que están rabiando por coger tanto así donde ciavar el diente...
—Pues gracias a Dios —exclamó radiante de Jubilo el mozo ya no habrá por qué aordermos y se acabarán todos esos disgustos. Aqui donde V. me ve, ya tengo los cuarios para el establecimiento, y nos podemos casar, si Concha quiere, en Carnavales, y si no en Pascua...
Por mi, cuanto más pronto....
Dolores, entre contenta y recelosa, le miraba fijamente. Un trabajo de reflexión muy activo se verificaba en su cerebro, estrecho y femenino, pero tenaz y aferrado a las pocas ideas que, o nacidas allí, o sugeridas, se aposentaban en él. Las palabras del confesor no se borraban de su memoria. Ganar tiempo..no contrariar de frente a la muchacha... que el novio procure disuadirla... Si ahora ella daba la fatal noticia al enamorado Ramón; si cuando venía a hablar de proyectos matrimoniales le participaba que se había perdido toda esperanza y que su novia se disponía a levantar el