Página:Cuentos de la Alhambra (1833).pdf/118

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
(106)

ros trasportes del rey, y continuó así:

«Despues que el victorioso Amrou (¡téngale Allah en descanso!) hubo acabado la conquista de Egipto, me quedé yo entre los antiguos sacerdotes de este pais, con los cuales estudié los ritos y ceremonias de su idolatría, procurando principalmente penetrar los conocimientos ocultos que les han dado tanta celebridad. Estando un dia en conversacion con un sacerdote anciano, sentados ambos á la orilla del Nilo, me señaló con el dedo las enormes pirámides que se levantaban como unos montes en medio del desierto, y me dijo al mismo tiempo estas palabras: «Todo lo que yo puedo enseñarte no es nada en comparacion de los conocimientos que esas masas gigantescas encierran. En el centro de la