Esta página ha sido corregida
(248)
Para completar mi historia no puedo dispensarme de añadir que el buho y el papagayo habian seguido al príncipe á cortas jornadas: el primero solo viajaba por la noche, alojándose durante el dia en las diferentes posesiones hereditarias de su familia; el último figuraba en las reuniones mas brillantes de las ciudades que se hallaban en el tránsito. Ahmed recompensó generosamente los servicios que uno y otro le habian hecho durante su peregrinacion, pues nombró primer ministro al buho, y maestro de ceremonias al papagayo. Con lo cual parece inútil añadir que jamas hubo reino mejor administrado; ni córte mas escrupulosa en la observancia de las reglas de la etiqueta.
FIN.