Página:Cuentos de la Alhambra (1833).pdf/32

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
(20)

de poder contemplar aquella escena. El elegante grupo de los bailadores, los soldados de á caballo de medio uniforme, los paisanos envueltos en sus capas, y en fin, hasta el amojamado alguacil, digno de los tiempos de D. Quijote, á quien se veía escribir con gran diligencia á la moribunda luz de una gran lámpara de cobre, sin cuidarse de lo que pasaba en su derredor, todo esto formaba un conjunto verdaderamente pintoresco.

No daré aquí la historia exacta de los acontecimientos de esta espedicion de algunos dias por montes y valles. Viajábamos como verdaderos contrabandistas, abandonándonos al azar en todas las cosas, y tomándolas buenas ó malas segun las deparaba la suerte. Este es el mejor