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ticos. Salido apenas de la infancia, recorrí en las riberas del Hudson una antigua historia de las guerras de Granada, y esta ciudad se hizo el objeto de mis dulces delirios. Desde aquel momento mi imaginacion me habia trasportado mil veces á los salones de la Alhambra, y al verme ahora en ellos, bastaba apenas el testimonio de mis sentidos á persuadirme que se hubiese realizado para mí un verdadero castillo en España[1]. ¿Me hallo efectivamente, decia, en el palacio de Boabdil? ¿Es aquella Granada tan célebre en los fastos de la caballería, la que distingo desde este elevado balcon? Sí,


  1. Esto alude á la frase francesa: Faire des châteaux en Espagne, que equivale á la castellana: Hacer castillos en el aire.