No para hacer un programa, muchísimo menos para poner una portada a un libro que tan por sí solo se presenta, escribimos estas líneas; sino sencillamente para saludar al lector de España y América en esta primera salida de la Editorial Atlántida.
Este nombre de Atlántida, lleno de sugestiones, «muy antiguo y muy moderno», al cual queremos hacer honor, evoca uno de los más bellos mitos de las antiguas culturas, y es también, en los días del presente, el rótulo simbólico del esfuerzo creador de una novisima civilización, de un moderno estilo de la cultura, cuyo asiento—como antaño el lago Mediterráneo—es el gran mar intercontinental, llamado a ser una de las grandes rutas de la geografia espiritual.
Pero aparte estas exaltaciones del nombre ilustre que apadrina estos libros, y sobre todas ellas, Atlántida tiene, en su eterna mitología, un significado permanente de lejania, de ensueño, de esfuerzo, de porvenir, de aquellas inquietudes con que se forma y alienta todo ideal.
Que cada libro que vaya saliendo de las prensas de esta editorial lleve y difunda una particula de idealidad y de nobleza, un reflejo del sol eterno del pensamiento, es el anhelo que en estas lí-