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Cuentos de Grimm.
El que de mi agua bebe, corzo se vuelve.
La hermanita le dijo:
—¡No bebas por Dios, hermanito, porque te volverías corzo y huirias de mí!
Pero el hermanito se había arrodillado cerca de la fuente y comenzó á beber; apenas tocaron sus labios el agua, 80 convirtió en corzo.
La hermanita echó á llorar sobre su pobre hermano encantado, y el pobre corzo lloraba tambien sin menearse de su lado..
La niña le dijo por último:
—No tengas cuidado, mi querido corzo, que no me separaré de tí.
Entonces se quitó su liga dorada, é hizo un collar con ella al corzo, despues arrancó algunos juncos y tejió con ellos una soguilla, con la que ató al animal y se le llevó