Página:David Copperfield o El sobrino de mi tía (1871).pdf/108

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

96
DAVID COPPERFIELD.

Recuerdo que contemplé aquellas olas tan magníficamente alumbradas.

Despues de haber rezado, y así que se apagó la bugía, recuerdo que contemplé aquellas olas tan magníficamente alumbradas, como si esperase leer en ellas mi destino, ó como si en aquella via luminosa, mi madre fuese á aparecérseme, con su hijo en los brazos y sonriéndome como la última vez que la habia visto.

Cuando por fin, con el corazon henchido de una solemne emocion, despues de aquella vana esperanza, me volví hácia la cama de blancos cortinajes, donde podia descansar, un sentimiento nuevo sustituyó al del agradecimiento, y dí las gracias al Señor que me habia conducido hasta allí. Aquella gratitud no amenguó en nada, cuando me hube metido dulcemente entre las sábanas, donde experimenté un bienestar sensual, pensando en las dos noches que habia pasado al aire libre, expuesto á todas las inclemencias de la atmósfera:

— Dios mio, me dije, dignaos acordarme la gracia de no volverme á hallar sin asilo; y haced que nunca olvide á aquellos que no lo tienen.

Al dormirme con semejantes ideas no podia menos de ponerme á recorrer el campo de los sueños.


XIII
MI TIA TOMA UNA RESOLUCION CONMIGO.

Al dia siguiente por la mañana ya no me hallaba encerrado bajo llave; así que me hube levantado fuí á buscar á mi tia y la hallé sumida en una profunda meditacion, con la cabeza entre los codos