Página:David Copperfield o El sobrino de mi tía (1871).pdf/167

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

155
DAVID COPPERFIELD.

Ví á Marta Endell prosternada delante del hogar.

- Aquí es donde yo meto todas mis cosas, dijo ella. ¿No he olvidado nada? No. Bien! Ahora, mis queridos amigos, sé que os voy á partir el co- razon, pero tengo que ausentarme por fuerza. Ar- maos de todo vuestro valor para soportar tan triste separacion. Adios, Mr. Copperfield; cuidaos mu- cho, mi buen amigo. Buenas noches, buenas no- ches, amigos mios.

En el umbral de la puerta se volvió y gritó para completar su salida :

- ¿Quereis que os deje un mechon de pelo?... ¿No me encontrais indiscreta? añadió, y por fin se marchó poniéndose un dedo en los labios.

Steerforth se rió con toda cl alma, y á mi me fué imposible no hacer lo mismo. Dijome en se- guida que miss Mowcher era realmente una mujer extraordinaria, que conocia à todo el mundo, que tenia muy buenas relaciones, que recorria toda la provincia peinando, rixando y embadurnando de pomada á todos los que se le presentaban por de- lante, merced á una buena retribucion, y divirtien- do i sns clientes con sus habladurias, al mismo liempo que se aprovechaba de su privilegio, para observar y tomar nola de todo. Segun él, no tenia nada de tonta.

- ¿Y á lo menos es honrada? pregunté yo en segnida.

Steerforth no me dejó completamente satisfecho acerca de esto, pucs solo se contentó con alabarme las diferentes habilidades de miss Moweher, entre las cuales figuraba la aplicacion de ventosas. Me habló de ella durante toda la noche, y cuando me separé de él, me gritó desde lo allo de la escalera: ¡Buenas, buenas noches!

No fué poca mi sorpresa al entrar y encon- trar á Cham en la puerta de Mr. Barkis, y mas