LA CIUDADANA 113
Las mujeres del campo argentino son fuertes, sanas, inte- ligentes y laboriosas, pero no rinden a la familia y a la so- ciedad cuanto beneficio debieran, por falta de preparacién especializada. ;Qué prodigios pueden realizar unas hébiles nianos de mujer!
Pero es preciso que lleguen hasta los lugares lejanos la experiencia, la técnica y la educacién modernas.
Es preciso que las jévenes de origen y orientacién rurales tengan, ademas de la instruccién que les dié la escuela, cono- cimientos practicos para la Vida profesional agricola y para el mantenimiento de un hogar risuefio, confortable e higiénico.
La actividad de la mujer es siempre una respuesta con- creta a una emocién, es una necesidad, una expansion natural y un placer.
Para que esa actividad se traduzca en bien colectivo y sea una de las cualidades mas beneficiosas de la humanidad, es preciso que se la encauce con sentido practico de acuerdo a las necesidades de cada medio, por la educacién.
Aliviar a la mujer de las penosas cargas domésticas es abrir nuevos horizontes a su Vida espiritual. Asi como la téc- nica Va simplificando las tareas con mil pequefios perfeccio- namientos, también el mismo trabajo doméstico puede ser una pesada carga o una tarea grata, segfin se la ejecute.
El ingenio tantas veces probado de la mujer aplicado a nuestra casa de campo, puede convertirla en el amable refugio del hombre que vuelve de la dura labor bajo el sol quel abrasa 0 el viento inclemente.
En el extranjero, el Estado, las Universidacles, y las Aso- ciaciones Femeninas, rivalizan en la propagacién de los insti- tutos de educacién y progreso rural, asi como organizan grandes campafias de propaganda.
Las escuelas se costean con recursos propios provenientes de matriculas, subsidios estaduales, contribuciones de entidades femeninas y sociedades agricolas. Bélgica es el pais donde ha