116 LUCILA DE GREGORIO LAVIE
colaboracién que hace de la granja’ una comunidad pro- ductiva.
Dice un refrain: “mujer no laboriosa en casa campesina, es dinero que se escapa”.
La introduccién de la técnica en la Economia Doméstica, sirve para aliviar en sus trabajos a la campesina.
El objetivo es conservar la salud y la fuerza productora de la mujer; eonseguir el equilibrio entre las exigencias mo- rales, eeonémicas, sanitarias y sociales.
Cada una de las mujeres de nuestros campos ha de sen- tirse y ha de ser agente del mejoramiento de la familia rural.
Para ello no deben reparar en sacrificios para educarse, mostrandose entusiastas en la obra de su propia superacién y convertirse luego ellas mismas en activas difundidoras de esos conocimientos adquiridos para que la obra de su eleva- cién sea su propia obra.
No es éste un propésito nuevo en nuestro pais. Encomia- bles iniciativas han languidecido muchas veces sin que por ellos, los propulsores de la ensefianza del hogar agricola des- fallezcan en su prédica.
Es indiscutible que el medio fisico crea necesidades que deben ser satisfechas con los elementos de que dispone en cada regién. Conocer esos elementos, saberlos utilizar, es lo que compete a los pobladores de cada zona. Es por ello, que la ensefianza que se imparte debe adaptarse, tanto a las caracte- risticas ambientales como a la idiosincracia de los individuos.
F écil es esperarlo todo, de lo que llega de los centros ur- banos, pero no resulta provechoso econémicamente, ni significa un progreso para la localidad ni para el pais.
Las industrias caseras tuvieron un gran florecimiento en épocas en que eran la {mica fuente de recursos de muchos hogares.
El resurgimiento de estas industrias abriré posibilidades insospechadas.
