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34 LUCILA DE GREGORIO LAVIE

En la historia de la evolucién politica de los pueblos ha quedado un triste saldo de las épocas de intolerancia reli- giosa, politica 0 social.

Si el don precioso de ser libre, es pensar y expresar las ideas sin temor, gcémo, han de_ sofocarlo los mismos que lo gozan?

Cuando una conviccién profunda nos da la certeza de que los demas 0 algunos estan equivocados, la tolerancia, nos ayu- daré a no atacarlos con encono. La tolerancia permite ganar adeptos para nuestras teorias.

La intolerancia es anti-democrética y anti-cristiana, ani- quila y no construye.

Las mujeres practican la tolerancia como virtud en el ho- gar, para mantener la union de la familia.

En la gran familia de la Patria, la tolerancia mantendré la union de la Nacién.

18. — LAS ASAMBLEAS

Cuando nos disponemos a concurrir a una reunion nume- rosa de personas, nos asalta el escepticismo y el temor, porque por anticipado pensamos lo dificil que seré entenderse y ponerse de acuerdo.

En nuestro medio no se ha adquirido la disciplina razo- nada y conscicnte para las asambleas.

No es necesario particularizarse con ninguna categoria de personas ni hacer distinciones de ninguna clase. En todas ocu- rre lo mismo, con mas o menos intensidad.

La fama que tenemos las mujeres en este punto, claro esté que se lleva la palma. Tendremos que hacer muchos esfuerzos y demostrar lo contrario con muchos ejemplos, para desvir- tuar la voz corriente.

Lo mas aconsejable es practicarlo. S610 con el hébito y el propésito de aprender se llegaré a la capacitacién. La edu-