Esta página ha sido validada
DESDE JUPITER
I.
EL MICROSCOPIO INDEFINIDO.
E
ra una tarde como son todas las del mes de enero en nuestra capital.
Estábamos bajo los árboles del jardin, Federico i yo, en nuestras eternas disputas sobre las fuerzas extracorporales, i especialmente sobre magnetismo, que aunque he visto mucha jente seria e ilustrada creer en él, se me hacia siempre cuesta arriba aceptarlo, aunque fuese por un instante.
Federico me habia prometido muchas veces magnetizarme i no lo habia conseguido. Quise, pues, exijirle, como prueba práctica de sus numerosas afirmaciones, que procediese de nuevo. Vien-