Página:Diccionario Geográfico de la República de Chile (1899).djvu/155

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 147 —

33º 36' 30" Lat. y 70º 40' 36" Lon., se situó la comisión francesa que, á cargo del teniente de navío, Sr. Octavio de Bernardiéres, observó el paso de Venus por el Sol el 6 de diciembre de 1882.

Cerro Negro.-—Paraje de minas de cobre del departamento de Chañaral, que se encuentra á unos 25 kilómetros al E. de su capital, en una altura de sierra á 950 metros sobre el nivel del Pacífico.

Cerro Negro.-—Paraje de minas de cobre en la serranía del departamento de Freirina cercana al E. de su capital. Deja inmediatas las de Espejuelos.

Cerro Negro.-—Sierra ó cabezo de sierra entre la cordillera de los Andes al E.de la villa de Yungay. Véase cerro del Calabozo y río Itata.

Cerro de la Plata.-—Eminencia en la rama de sierra pelada del departamento do Copiapó, que se halla apartada al SE. del Cerro Blanco del mismo departamento. Es de una altitud de cerca de 3,000 metros, y contiene vetas del metal de su nombre y de cobre. Inmediata al S. y en la misma sierra hay otra altura denominada cerro de la Peineta.

Cerro Verde.-—Aldea del departamento de Concepción, situada en una loma baja á cosa de tres kilómetros hacia el NO. de su capital. Contiene minas de carbón de piedra y 890 habitantes.

Cerro Verde.—-Véase puerto de Papudo.

Cerro de las Viñas.-—Fundo del departamento de Nacimiento, situado en la ribera derecha del río Vergara, frente ó al lado opuesto del que ocupa su capital.

Cesárea Magallánica.-—Véase Puerto del Hambre.

Césares (Ciudad de los).-—Población que el espíritu visionario de la época del descubrimiento de América, supuso existir en un valle del interior de los Andes hacia el E. de la ciudad de Osorno, ó por la parte oriental de los lagos de Puyehue y Ranco. Dábase á esta imaginaria ciudad edificios con techos de plata, iglesias y torres de jaspe, y campanas de oro, y cuyos habitantes, retraídos de todo trato exterior, poseían cuanto se imaginaba de deleitable. La existimación de esta maravilla de esplendor y opulencia, hizo se promoviesen expediciones en su busca, á la manera de las que emprendieron Gonzalo Pizarro, Pedro de Ordaz, Francisco de Orellana y el inglés Gualterio Raleigh para descubrir el famoso Dorado, ese país de oro, que el visionario Juan Martínez aseguraba existir en los valles del Amazonas. La primera tentativa formal en busca de los Césares se hizo en 1638 por Jerónimo Luis de Cabrera, gobernador de Tucumán, siguiéndose á ésta otras igualmente ineficaces. Volvieron á renovarse con la real cédula de 18 de mayo de 1716, dirigida á este efecto al Presidente de Chile, acompañada de un derrotero de un tal Díaz de Rojas, y mediante otras instrucciones posteriores de España y del Perú. Pero, aunque bastaba para disipar esa extraña alucinación el mal éxito de las diligencias practicadas, sin embargo, los informes

10*