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Anexo segundo

sejo de Instruccion i el Ministro de Instrucción se quedan mui tranquilos.[1]

"Vengamos ahora a la parte mas divertida de la obra. Dejando a un lado los innumerables términos obscenos, que segun el Dr. Lenz son una ganancia para la ciencia i han hecho mal los autores que no los han incluido en sus vocabularios, i muchos de los cuales no son voces especiales ni acepciones de ellas, sino simples aplicaciones de las que suelen hacer en su buen humor nuestros rotos; dejando a un lado estos términos i las muchas acepciones falsas que de ellos se dan, [2] no

    manistas europeos conocen mis Chilenische Studien (en Phonetische Studien ed. Vietor. tomo V i VI).

    En castellano hasta hoi no ue publicado casi nada sobre esta materia. En cambio he enseñado a algunos jóvenes chilenos que no necesitan avergonzarse de su lenguaje vulgar, que el cultivo poético del dialecto patrio es un título de gloria entre las naciones mas adelantadas del mundo. Fué una gran satisfacción para mi que poetas de talento como el jóven Antonio Orrego Baros, para solo nombrar al primero, me dedicaran sus primeras poesías escritas en lenguaje vulgar chilero. Pero nunca he fomentado entre mis alumnos la tendencia de mezclar el lenguaje vulgar con la lengua literaria castellana, aunque estoi léjos de recomendar el supuesto "casticismo académico" por el cual aboga el señor Roman. Creo no hacer mal servicio a Chile si continúo, en la Sociedad de Folklore chileno recien fundada por mí, enseñando a los chilenos el estudio del alma popular chilena en todas sus manifestaciones.

  1. Felizmente el honorable Consejo de Instruccion Pública i el Ministro del ramo han tenido mejor criterio que el autor de esas confusiones. En cambio ciertos honorables señores senadores, pertenecientes al partido clerical, han pedido en Enero de 1909 i 1910 mi destitución como profesor del Instituto Pedagójico por incompetente. No voi a repetir aquí con qué bromas baratas i espresiones no mui suaves trataron de convencer a sus colegas del absurdo de que un aleman enseñe lingüística, aun la aplicada al castellano, a los futuros profesores de los liceos chilenos.
  2. No dudo de que el crítico conozca estas palabras mejor que yo i que haya posiblemente algunos errores en mis apuntes, pues pocos son los términos de esta clase que yo mismo haya oido en boca de los rotos; la mayor parte de ellos me fueron comunicados por mis colaboradores chilenos que son todos personas respetables. Con respecto a la real importancia etnolójica de estos términos véase la crítica de mi libro escrita por el profesor Zauner de la Universidad de Viena en Behaghel i Neumann, Literaturblatt für germ. u. rom. Philologie 1908 páj. 26 a 28. Cp. tb. Palma, papeletas, páj. VII.