Página:Diccionario etimolójico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas.djvu/966

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
936
Anexo

con mayor frecuencia—habia que ensancharlo aceptando para estas cosas nuevas los términos de las lenguas indíjenas. Así se esplica que mas de la mitad de las palabras de la primera entrega, que alcanza hasta la palabra llauque, sean voces que designan objetos de historia natural, es decir, plantas i animales.

Del mismo modo se comprende que tambien una serie de términos de la economia doméstica i de la cocina se hayan tomado de las lenguas indíjenas.

Prescindiendo de estas particularidades debidas a las relaciones naturales, encontramos comprobado un fenómeno que tambien podemos observar en Europa: la mayor parte de las voces adoptadas pertenecen a la esfera cultural, contándose entre los mas importantes los nombres de vestimentas i de utensilios.

Es notable el número de términos aceptados que se refieren a la alfarería i a la minería; su existencia tambien ha de esplicarse por las relaciones culturales.

En tercer lugar vienen por su número las palabras que se relacionan con los niños i la esfera sexual; ambos grupos pueden unirse bajo la denominacion de la influencia del elemento femenino.

Permítanseme aquí por via de digresion algunas observaciones jenerales referentes a la importancia de las voces de esta categoria.

Entre los conquistadores, al ménos en los primeros tiempos de la conquista, los soldados, es decir, los varones, formaban con mucho la mayoria, i se mezclaron poco a poco con las mujeres de la nacion subyugada. La diferencia entre estos dos elementos, por supuesto, se refleja visiblemente en el lenguaje mezclado. Esta observacion no es de ningun modo nueva. Ya en el siglo XVIII Sulzer, en su "Historia de la Dacia transalpina" (Viena 1781, p. 60) opina que la mezcla entre los romanos i los habitantes eslavos de la Dacia se habria operado mediante el matrimonio de los varones romanos con mujeres eslavas. Habiendo sido romanos los hombres, la nacion, no obstante la mezcla, conservó el nombre de Rumuny.

Como segunda prueba Sulzer considera el hecho de haberse perdido por completo i sustituido por voces eslavas las pa-