naciones acreedoras para pagar en utilidades el servicio de nuestras deudas, reduciéndolas en la base de los valores en bolsa. Estamos levantando nuevas industrias, activando la exploración de las materias que forman nuestra riqueza natural para transformarlas en productos industriales. Para acelerar el ritmo de esas realizaciones, es indispensable el sacrificio de algunas comodidades y la disposición firme de ahorrar para construir una noción poderosa. En el periodo que atravesamos, solo los pueblos galvanizedos en la lucha y forjados en el sacrificio son capaces de enfrentar las tormentas, y vencerlas.
La organización politica no se hace ahora a la sombra del humanitarismo retórico que pretendia anular las fronteras y formar una sociedad internacional sin especialidades ni conflictos, unida y fraternal, gozando la paz como una dadiva natural y no como una conquista de cada dia, En vez de esa acción de equilibrio, y justa distribución de los bienes de la tierra, contemplamos ta exacerbación de los nacionalismos, vemos las nacio-