Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/228

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
210
COMEDIA DE EQUIVOCACIONES.
ESCENA II.
Plaza pública.
Entra ANTÍFOLO de Siracusa.

Antífolo.—El oro que remití á Dromio está colocado con seguridad en el Centauro, y el solícito esclavo ha ido á vagar por la ciudad en busca mía..... Según mi cálculo y la relación del hostelero, no ha podido hablar á Dromio desde que al principio lo envié del mercado..... Pero, hele aquí que viene. (Entra Dromio de Siracusa). ¡Y bien! señor, ¿habéis perdido vuestro buen humor? Ya que os agradan los golpes, no tenéis sino empezar de nuevo vuestra broma conmigo. ¿No conocéis el Centauro? ¿No habéis recibido el oro? ¿Vuestra ama os ha enviado á buscarme para comer? ¿Mi alojamiento era en el Fénix? ¿Has perdido la razón para darme respuestas tan descabelladas?

Dromio.—¿Qué respuestas, señor? ¿Cuándo os he hablado así?

Antífolo.—Hace apenas un momento, aquí mismo; no hace media hora.

Dromio.—No os he visto desde que me habéis mandado de aquí al Centauro con el oro que me habíais confiado.

Antífolo.—Pícaro, me has negado haber recibido este depósito, y me has hablado de una ama y de una comida, lo que me desagradaba demasiado, como habrás sentido, lo espero.

Dromio.—Estoy muy satisfecho de veros en vena de buen humor: pero ¿qué quiere decir esta broma? Os ruego, mi señor, que os expliquéis.

Antífolo.—¡Qué! ¿quieres hacerme burla aún y