Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/27

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
19
JULIO CÉSAR

ca, que he movido á ciertos de los más dignos y generosos romanos á acometer conmigo una importante empresa llena de honroso peligro. Y sé que ahora me aguardan en el Pórtico de Pompeyo, porque en tan terrible noche como esta no hay movimiento ni paseo en las calles; y nos favorece que la condición de los elementos sea, como la obra que tenemos en mano, la más sangrienta, fiera y terrible. (Entra Cinna.)

Casca.—Quedad oculto un momento.—Alguno viene aprisa.

Casio.—Es Cinna. Le conozco por los pasos. Es amigo. Cinna, ¿dónde tan á prisa?

Cinna.—En busca vuestra. ¿Quién es ese? ¿Metelio Cimber?

Casio.—No. Es Casca: un afiliado á nuestro intento. ¿Me aguardan, Cinna?

Cinna.—Me alegro de ello. ¡Qué terrible noche! Dos ó tres de nosotros hemos visto extrañas visiones.

Casio.—¿Me aguardan? Decídmelo, Cinna.

Cinna.—Sí, se os aguarda. ¡Oh Casio; si pudiérais solamente atraer al noble Bruto á nuestro partido!

Casio.—Estad satisfecho.—Tomad, buen Cinna, este papel y cuidad de ponerlo en la silla del pretor, donde Bruto pueda hallarlo; arrojad este por su ventana; fijad este con cera en la estatua del antiguo Bruto; y hecho todo, encaminaos al Pórtico de Pompeyo donde nos hallaréis. ¿Están allí Decio Bruto y Tibonio?

Cinna.—Todos, excepto Metelio Cimber, que ha ido á buscaros en vuestra casa. Bien: me apresuraré á distribuir estos papeles como me pedís.

Casio.—Una vez hecho, dirigíos al teatro de Pompeyo. (Sale Cinna.)—Venid, Casca. Todavía veremos ambos á Bruto en su casa antes de amanecer. Tres cuartas partes de él son ya nuestras; después de la próxima entrevista, tendremos todo el hombre.

Casca.—¡Oh! ¡Él ocupa un puesto muy alto en to-