Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/335

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
313
DE WINDSOR.

Falstaff.—Vaya al diablo ese tuno, estatua de manteca salada! Le haré perder el seso de un susto; le espantaré con mi bastón, levantado como un meteoro sobre sus astas de cornudo. Veréis, señor Brook, cómo haré lo que quiera de ese paisano, y cómo os acostaréis con su esposa. Venid esta noche temprano. Ford es un bribón y yo le añadiré lo que le falta. Vos, amigo Brook, conoceréis pronto que es bribón y cornudo. Venid temprano esta noche.

(Sale.)

Ford.—¡Qué infernal pillo sibarita es éste! El corazón me quiere estallar de impaciencia! Mi mujer le ha dado cita, queda fijada la hora, y el convenio está hecho! ¿Qué hombre lo habría pensado? ¡Oh! ¡Qué infierno es tener una mujer falsa! La deshonra para mi lecho, el robo para mi caudal, la burla y el escarnio para mi reputación! Y no solamente he de recibir estos viles ultrajes, sino que he de sobrellevar los más abominables dictados de boca del mismo que me infama con los hechos! Dictados! Nombres! Satanás, Lucifer, Amaimón, todo eso suena bien, aunque sean dictados de demonios, nombres de desalmados. Pero ¡cornudo! ¡Complaciente cornudo! Ni el diablo mismo se resigna á llevar semejante nombre! Page es un asno, asno de nacimiento. Confía en su mujer y no es celoso. Antes confiaría yo mi manteca á un flamenco, mi queso al cura galo Hugh, mi botella de aguardiente á un irlandés, ó mi caballo de más estima á un ladrón, que confiar á mi mujer á sí propia. Entonces urde, trama, intriga; y han de ejecutar lo que les viene á la mente: lo han de ejecutar, cueste lo que costare. ¡Gracias al cielo por mis celos! Las once es la hora. Evitaré esto, sorprenderé á mi mujer, me vengaré de Falstaff y me reiré de Page. Voy á atender á ello. Vale más que sea tres horas demasiado pronto que un minuto demasiado tarde. Vaya! vaya! vaya! ¡Cornudo!... ¡cornudo!... ¡cornudo!...

(Sale.)