Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/337

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
315
DE WINDSOR.

¿Ha muerto, etíope mío? ¿Ha muerto, Francisco mío? ¡Ah, bravo! ¿Qué dice mi Esculapio, mi Galeno? ¿Mi corazón de saúco? Ah! ¿Está muerto, bravo Stale? ¿Está muerto?

Caius.—Voto á cribas! Es el clérigo más cobarde del mundo. No se ha dejado ver la cara!

Posadero.—Eres un rey de Castilla, un Héctor de Grecia, muchacho mío!

Caius.—Dad testimonio, os ruego, de que le he esperado dos y tres horas y que no ha venido.

Pocofondo.—Es el más prudente, señor doctor. Él es curador de almas y vos lo sois de cuerpos. Si os batís, váis directamente contra toda la índole de vuestra profesión. ¿No es así, señor Page?

Page.—Vos mismo, señor Pocofondo, habéis sido gran duelista, aunque ahora sois hombre de paz.

Pocofondo.—Puñales! Amigo Page, viejo y hombre de paz como me véis, cuando veo una espada, me comen los dedos por menearla; pues aunque seamos jueces y doctores y gente de iglesia, nos queda aún algo del brío de la juventud. Somos hijos de mujeres, amigo Page.

Page.—No hay duda de ello, señor Pocofondo.

Pocofondo.—Así se ha de descubrir, señor Page. Señor doctor Caius, he venido para llevaros á casa. Estoy juramentado para la paz. Habéis probado ser un médico prudente, y el señor Hugh ha probado ser un prudente y sufrido sacerdote. Tenéis que venir conmigo, señor doctor.

Posadero.—Perdonad, juez-huésped. Una palabra, señor Aguaturbia.

Caius.—¡Aguaturbia! ¿Qué significa eso?

Posadero.—En nuestro idioma, quiere decir valentía, bravo mío.

Caius.—¡Voto á san! que entonces tengo tanta agua turbia como cualquier inglés. ¡Ah, perro sarnoso de