Bardolfo.—Señor, los alemanes desean tomar tres de vuestros caballos. El duque vendrá mañana á la corte y ellos irán á recibirlo.
Posadero.—¿Qué duque puede ser ese que viene con tanto secreto? No he oído decir de él ni una palabra en la corte. Déjame hablar con esos señores. Ellos hablan el idioma.
Bardolfo.—Bien, señor; les diré que vengan.
Posadero.—Les daré mis caballos, pero haré que me los paguen á buen precio. Yo les exprimiré el jugo. Han tenido mis casas á su disposición una semana, he tenido que despedir á los demás huéspedes. Es necesario hacerles pagar bien: exprimirles el jugo.
Evans.—Es uno de los más discretos procederes de mujer que jamás he visto.
Page.—¿Y envió estas cartas á cada una de vosotras dos á un mismo tiempo?
Sra. Page.—Con quince minutos de diferencia.
Ford.—Perdóname, esposa mía. En adelante harás