Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/390

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
368
LAS ALEGRES COMADRES

tenía en el cuerpo, señor Brook, el diablo más furioso de celos que jamás haya infundido frenesí á un hombre. Os diré que, tomándome por una anciana, me aporreó terriblemente; pues ya se echa de ver que en mi propia forma de hombre no temería yo ni al mismo Goliat con una viga de telar; porque sé también que la vida es una lanzadera. Estoy de prisa. Venid conmigo, señor Brook, y os lo diré todo. Desde los días en que desplumaba gansos, corría la tuna y jugaba al trompo, no he sabido lo que es atrapar golpes hasta esta ocasión. Seguidme, y os referiré extrañas cosas de este bellaco Ford, de quien he de vengarme esta noche, y cuya esposa os he de entregar.

(Salen.)
ESCENA II.
En el parque de Windsor.
Entran PAGE, POCOFONDO y SLENDER.

Page.—Venid, venid. Nos ocultaremos en el foso del castillo hasta que veamos las luces de nuestras hadas. Hijo Slender, no os olvidéis de mi hija.

Slender.—No, por cierto. La he hallado y tenemos convenida una palabra para reconocernos. Yo debo llegar vestido de blanco y exclamar: ¡chitor' y ella debe responder ¡morralr' y así conoceremos cada uno al otro.

Pocofondo.—Eso está bien; pero ¿qué necesidad hay de que vos exclaméis: ¡chitor' y ella morrar'? El vestido blanco os la hará ver bien claro. Han dado las diez.

Page.—La noche es oscura, y le vienen bien luces y espíritus. ¡Que el cielo favorezca nuestro juego! Aquí nadie desea el mal sino el diablo, y lo conoceremos por sus cuernos. Vámonos. Seguidme.

(Salen.)