Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/75

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
65
JULIO CÉSAR

Bruto.—Conteneos, Casio. Exponed vuestros agravios tranquilamente. Os conozco bien. Aquí bajo las miradas de nuestros dos ejércitos, que no deben ver entre nosotros sino buen afecto, no disputemos. Haced que se retiren y luégo en mi tienda, Casio, os espaciaréis sobre vuestras quejas y os daré audiencia.

Casio.—Píndaro, pedid á los jefes que retiren un poco de este lugar sus tropas.

Bruto.—Hacedlo también, Lucilio; y que nadie venga á nuestra tienda hasta que haya terminado nuestra conferencia. Que Lucio y Ticinio guarden la puerta.

(Salen.)
ESCENA III.
En la tienda de Bruto.
LUCIO y TICINIO á alguna distancia de ella.

Casio.—Que me habéis tratado injustamente, se ve en que habéis condenado y marcado á Lucio Pella por haber recibido aquí sobornos de los sardios; al paso que mis cartas implorando en su favor, porque conozco al hombre, han sido despreciadas.

Bruto.—Os hicisteis injusticia vos mismo, escribiendo en semejante caso.

Casio.—En tiempos como el presente, no es oportuno que una pequeña falta sea tan notada.

Bruto.—Dejadme deciros, Casio, que vos, vos mismo, tenéis la mala reputación de la codicia; de vender y traficar por oro nuestros empleos á personas indignas.

Casio.—¿Codicia, yo? Bien sabéis, Bruto, que á no ser vos quien habla ¡por los dioses! estas serían vuestras últimas palabras.