provistos de dos almohadas, se acuestan los fumadores, separados por un banquillo, sobre el que arde una lamparilla de aceite. Cuando el chino no tiene un amigo que le acompañe, lo reemplaza por una concubina que, aunque no comparte su placer, le arrulla y le canta. La mujer propia jamás se presta á lo que entre ellos es el colmo de la abyección. La pipa es de las dimensiones y estructura de una flauta, con un agujero en el centro, al que se adapta el hornillo de barro, como un hongo ó seta, provisto de un oído diminuto. Las sustancias de estos aparatos varían hasta lo infinito; y á veces su mérito, por la saturación del tubo ó la riqueza del utensilio, es tal, que lámpara, cilindro y horno cuestan tres mil duros, como los que yo he visto destinados al último embajador de China en Rusia. El procedimiento es este: con un alambre se extrae del bote una partícula de anfión como un guisante; se somete á la acción de la llama para fundirlo, y rozándolo sobre el hornillo de la pipa, se le hace tomar, cilindrándolo, el tamaño del oído, en el que se adapta, después de repetidas manipulaciones. Aplícasele á la luz, arde y se aspira. Su sabor es acre como su perfume; pero no tiene nada de repulsivo. Sus efectos son la atrofia y sus consecuencias la imbecilidad.
Una revista, pasada á las joyas y telas bordadas del ajuar de la señora, puso término á una visita en que invertimos más de tres horas de reloj, volviendo á casa cargados con multitud de golosinas, de que nos llenaron los bolsillos, como testimonio comestible de la honra que les acabábamos de dispensar.
Hasta la otra.