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EL JARDÍN DE LOS CEREZOS
Yascha. (Con desprecio.)

¡Qué imbécil!

Trofimof.

Andando, ¡al coche!

Varia.

Pietcha, aquí están, por fin, sus chanclos. Se hallaban detrás de una maleta. ¡Qué viejos y qué sucios son!

Trofimof. (Calzando sus chanclos.)

Gracias, Varia.

(Gaief hace esfuerzos por no llorar.)

Ania.

Adiós, vieja morada; adiós la vida de ayer.

Trofimof.

¡Viva la vida de mañana! (Sale con Ania. Varia contempla la habitación y sale sin darse ninguna prisa. Carlota la sigue, llevando su perrito en brazos.)