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REVISTA DE LA SEMANA.

duras penas podría al canzarcrédito hace tres semanas, la noticia co municada desde Was hington estos dias. Ahí leñemos al pre sidente de la república de los Estados-Unidos, al popular Grant , al , hombre que lia sido elevado al primer puesto de su nación, al inquilino que ' entrara con mejor pie en la Casa Blanca, bonitamente derrotado en la cámara representativa ;í los quince dias de desempeño de tan honorífica magistratura, en la cuestión del estatuto ó ley llamada Tenure Office, cuyo argumento esplicaremos en breves palabras á nuestros lectores. Hasta la anterior presidencia de An drés Johoson , si no la libre facultad de nombrar los ministros , que debían obtener la ratificación del sena- ¡ do, el presidente tenia la de separarlos á su antojo y capricho. Por haber violado Johnson esta ley , votada por los representantes, cuando, sin más ni más, plantó 1 en la calle al ministro de la guerra Stantou, se le formó el proceso que todos recuerdan , y del cual salió ab- | suelto por un sólo voto; estaba, no obstante, en la con ciencia de todos, que aquella ley se derogaría tan lue go como viniese otro presidente que gozase de la ge neral confianza, y á quien no fuese necesario atar tan corlo. Viene ahora el general Grant , á quien no le hace mucha gracia la tal ley , ni menos se acomoda ¡í sus instintos militares de mando, y desde luego mani fiesta su deseo de que las cámaras la deroguen . El se nado obedece en parte , pues si no le deja como á los anteriores presidentes el poder de separar á los minis tros, le concede el de suspenderlos. Pero llega el pro yecto á la cámara de los diputados y se le vuelve la !

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criada respondona , siendo desechado el estatuto por ¡ ante sí. Esta grave cuestión de la política napoleónica noventa y nueve contra setenta votos. ¿Qué ha hecho , se agita casualmenle hoy en la prensa extranjera con nuestro íiombre para que los republicanos se unan á motivo de la obra sarcástica del célebre Mr. Ollivier. los demócratas en esta oposición significativa? Lo cier I El Times ha consagrado diferentes artículos á este to es que sufrir un desaire tal y empezar las hostilida I asunto , y , con no menos profundidad que el decano des entre congreso y presidente á las primeras de cam de la prensa inglesa , le trata el Saturday Review, bio, no-es cosa de gusto ni de buen agüero. Verdadera I augurando un solemne fiasco á sus planes de fundación mente la política se rige, como el corazón de las coque de dinastía, y llegando hasta á declarar, que una vez. tas, por leyes que aun no han tenido su Neyton que desaparecido de la escena del mundo . nadie se volve las esplique, y puede aplicarse á sus hombres lo que rá á acordar de él. ¡Es posible que nada quede de tanta ! grandeza! dijo un moralista: Pocos lo creerán condenado á este silencio del olvido, Que quien se juzga mas alto, porque cuando la historia no le contase, para nada en Está mas cerca del lodo; la corriente de las grandes ideas, ni Francia tuviese Y el que cree tenerlo todo, que agradecerle el liaber elevado la conciencia mo Está de todt) mas falto. ral del pueblo , que tantos años ha dirigido en todos Díganlo sinó las veleidades, caprichos, sonrisas, en sus movimientos desde los mas trascendentales hasta trecejos, gracias y desgracias que muestra el rostro de los mas pueriles ; por lo menos, ahí está la historia ar la fortuna á los candidatos al vacante trono, escepto quitectónica ó monumental de París, que une su nomdon Fernando, que á pesar de los ensueños consentidos I bre á obras de arte duraderas, y ahí están los colosales sobre la boda del hidalgo pueblo hispano con la valerosa i proyectos y empresas de la industria con la ciencia Dulcinea Lusitania, de cuyo consorcio saldrá la cria combinada, á que se liga el' recuerdo de quien lia he robusta de la Iberia, ñca firme en su resolución de cor cho llamar su residencia el Paraíso de los inventores, responder frío y desdeñoso , tal vez aleccionado por la pues no hay calculista, proyectista, ingeniero, indus esperíencia en la vanidad de las humanas pompas. De trial , ni artista que no haya encontrado siempre á Luis presumir es que su negativa no se parezca al noli epis- Napoleón dispuesto á coadyuvar á su pensamiento, con copare; sino que real y verdaderamente haya salido de tal de que tuviese sombra de realizable. Lo que podrán su ensayo de gobernación hastiado de mantos y coro decir los rigorosos, es que si los edificios se han mag nas ; por donde se colige lo mucho que han mudado nificado, los inquilinos se han empequeñecido , por los tiempos, y que ya no piensan los hombres sesudos que no vive el hombre de solo el desarrollo del mundo ó del buen sentido, como el buen Sancho, que decia material. ser el negocio de gobernar cosa de comerse tras él los Pero , en suma , el bien ó el mal que del emperador dedos. se diga, no empece, como dicen las leyes de Partida, En efecto, óigase á Mr. Thiers en el famoso discurso para que se cumpla esta máxima altísima, que, en que acaba de pronunciar en la Cámara francesa, en versos populares, ha sabido propagar nuestro popular donde se atrevió á decir, y nadie dirá, que sin conoci poeta Ruiz Aguilera en la siguiente redondilla: miento de causa, que Luis Felipe cayó por el deseo de «Al que es bueno le sucede apoderarse de todas las facultades de los ministros y Lo que á la uva en el lagar: gobernar en vez de reinar. ¿Quién habia de decir que Mientras mas fuerte lo pisan, el rey más constitucionalizado de la época moderna, Mas jugo su virtud dá.» vendría á ser convertido en déspota, tirano y dictador, Parece que el ministro de Justicia, Mr. Baroche, por su ministro Thiers? Presupónese que el emperador, sí tiene en algo la acaba de presentar una memoria estadística de la cri ciencia y experiencia del autor del Consulado y el Im minalidad en Francia; en el año anterior, en la que perio, se habrá exlremecido en su sillón imperial, pues- confiesa , que los crímenes aumentan visiblemente; (o que lleva diez y siete añas gobernando por si y | bien que, como buen francés, sale de la dificultad di