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ciendo , que esto se debe á la mayor y mas exquisita vigilancia de la policía, y de ningún modo á que el corazón ó la cabeza de ' sus compatriotas estén mas contaminados: afirmación que á sus ojos no debilitan los terribles secretos divulgados recientemente en los tri bunales de Marsella. No hay como formar una opinión, y si los hechos la contradicen, replicar como aquel historiador : Tanto peor para los hechos. Y ya que en esta materia entendemos, pasamos sin esfuerzo a Inglaterra, en donde también se dilucida la cuestión de penas y delitos. Allí, el emponzoñador de la imoral pública no es la novela, ni el teatro, ni las costumbres de la clase media, sino el diablo de las bebi das espirituosas, que tantos templos ó taverns tiene abiertos para el culto de sus numerosos adoradores. Un magistrado ha dicho estos días desde su sillón, que la causa de todos los crímenes en Inglaterra es la em briaguez, y que en dejando de fabricar bebidas alcohó licas, podían quemarse los códigos y cerrarse los tri bunales, por ser los ingleses, en frió, unos verdaderos benditos. No lo están ahora ciertamente Mazzini, Menotti y otros ardientes italianos, aunque su ardor no sea efec to de cosa tan fea como la embriaguez, sino de la oca sión mas alta y de la pasión mas noble que pueda ins pirar á los hombres, que es el sentimiento de patria y libertad. La situación de Italia da á muchos motivos dé recelo, y á otros de esperanza en que las ideas republi canas vayan lomando ascendiente sobre el que llaman viejo y estéril credo del constitucionalismo. No obstante , noticias recibidas de Florencia están contestes en declarar, que la relación de los desórde nes eu Italia ocurridos, ha sido grandemente exagera da, y que Mazzini ha rehusado toda complicidad en es tos hechos , aconsejando á sus secuaces que perma nezcan tranquilos. La verdad en su lugar; y esta es, que tanto el famoso triunviro, como el fogoso Garibaldi no están para fiestas por su edad avanzada. Si no salen en Italia dignos sucesores de estos dos grandes caudi llos, bien pueden las cosas tomar muy distinto rumbo del que ardientemente desean los jóvenes republi canos. Como quiera que, ya sea por la entrada de la prima vera, ó porque las ideas, chocando unas con otras, con la velocidad que hoy lo verifican, producen calor en los cerebros, y de estos pasa á la sangre y de la sangre á los miembros; ó porque se necesita," cada vez mas á menudo , una gran función de pólvora ; ó porque esté cercano el tiempo de una liquidación, reorganización ó rifacimento de la manera de ser política de las nacio nes continentales, la verdad es, que á casi la mayor parte cobija y cuadra la hoy común expresión de esto va mal. Probablemente, después de tantos temores, todo se arreglará pour le mieux, como generalmente sucede; porque propio es de la diplomacia hablar de continuo de desaires y cortesías, de desvíos y alianzas, de guerras y de paces entre gobiernos y pueblos, como de médicos y letrados hablar de enfermos y litigios. Puede ser, contrayéndonos á España, que atravesemos sin novedad, y con el pulso en caja, todo el período constituyente , y que tengamos hasta un rey pintipara do y como hecho de encargo, que es lo que actualmen te preocupa el ánimo de los tutores de la cosa pú blica. En esta esperanza, que es el tesoro de los necesita- I dos, volveremos los ojos á otros asuntos mas placente ros y pacíficos. Y ninguno lo es tanto como el anuncio que acaba de hacer la Liga internacional y permanenr te' de la paz, establecida en París, Rué Roquepine, nú mero 18. y cuyo secretario es Mr. FedericoPassy, ofre ciendo el premio de cinco mil francos al autor del me jor ensayo sobre el tema: El crimen de la guerra, dcnuhéttra la humanidad. Como esta junta de los amigos de la paz es ¡esencialmente internacional, excusado es advertir á nuestros escritores que quieran presentarse al concurso, que cada cual puede hacer dicho trabajo en su idioma propio. El premio será adjudicado en I." de julio de 1870, y bien merece la pena de ensayarse en t.d materia, ya que no sea por el lucro, per l' onorc. Nicolás Díaz Betumea.

En los juegos florales de Tolosa (Francia), se han adjudicado á Aquiles Paysant, la gran violeta, por su potma Le Chéne , y rosas á cada uno de los escrito res concurrentes expresados á continuación : Ga briel Legriffe, por su idilio, Rose au Bois; Julio Guibert, por su elegía, A des Enfants: Augusto Russell, por su apólogo, La parade, y su fábula, Le Loup et les Oiseaur. En la composición en prosa, cuyo tema era el Elogio del padre Lacordaíre, concurrieron diez y ocho autores, de los cuales dos han sido pre miados. La Sociedad Estadística Internacional, celebrará su s.ílima reunión en La Haya, el 3 de setiembre próxi mo. El príncipe de Oranje ha aceptado el cargo de presidente honorario y asistirá á las sesiones.

EL MUSEO UNIVERSAL. LA ARQUITECTURA Y LA SOCIEDAD. (COmlUACHM ) IV. El cuadro de la-grandeza y de la virtud de los anti guos está preocupando ahora poderosamente el ánimo de estos hombres , mas impresionables que los hijos de otras regiones donde la sociedad ha sido precipitada en el abismo de un deseo desmesurado de profano bienestar. ¿Se dirá, acaso, que las ideas romancescas de esta filosofía no pueden tener cabida en una socie dad que se une solamente para procurarse una nueva felicidad sensual? Pero ciertas ¡deas penetran á pesar de la obstinada resistencia de las repúblicas, y obran in sensiblemente inclinándonos á la vida contemplativa, que es la que produce los sentimientos elevados que pueden redundar en beneficio de los ciudadanos, con solidando la virtud. La poesía italiana hizo que por medio de su gran in térprete el Petrarca, que conocía el espíritu humano de una manera poco común , condujese á las genera ciones que le siguieron, al siglo de oro en artes, ciencías y letras, que él sacó del estado de barbarie donde yacían sepultadas desde muchos siglos, salvando del polvo y del olvido los mejores ejemplos de la antigüe dad. Por él renació la afición al estudio de las bellas artes y letras, él inspiró el buen gusto, como un ciu dadano de la antigua Roma , y los mas célebres sobe ranos de su siglo le dispensaron su amistad, como á hombre propagador de la virtud. Hasta en el amor dió lecciones de virtuoso y casto sentimiento, en la ma nera tierna y elegante con que cantaba las gracias en alabanza de su querida Laura. La estoica filosofía inglesa busca las deliciosas sen saciones que por los sentidos se comunican al corazón, haciendo una ciencia hasta de las cosas mas sagradas, así es que son susceptibles de conócer la felicidad, mas bien sabiendo admirar materialmente los fenómenos de la creación en sus mas sublimes producciones, que entrando en otros exámenes. El aspecto de la natura leza de su país, ha despertado en ellos una melancolía que les inclina á procurarse los placeres de la soledad, de modo que del terreno mas ingrato de Europa, han hecho el mas risueño por medio del arte de la jardine ría. Este arte, verdaderamente mágico, imprime sobre nuestra alma un admirable sentimiento de dulce calma inclinándonos á la virtud. Ellos reúnen al reino vege tal el reino animal , necesitando grandes estufas para conservar la vida á las plantas exóticas, grandes paja reras para las aves de todas especies y de todos los paises del mundo que procuran reunir, de modo que este gusto puede considerarse como la piedra filosofal de un pueblo que tiende á procurarse el oienestar dan do un nuevo desarrollo al campo de la arquitectura. Esta ingeniosísima reunión del arte con la naturaleza, nue vamente encontrada por los ingleses, nos revela la in clinación de este pueblo á los románticos delirios de un paraíso terrenal, manifestándonos al mismo tiempo sus creencias religiosas protestantes. Así es, que nada nos debe admirar que al artista Hirschefeld , pintor fa moso de la naturaleza, lo consideren como uno de los genios mas grandes y benéficos de su país. La filosofía caballeresca de España, dió origen á la rivalidad europea ó casi universal, con sus hechos de armas en defensa de una religión la mas santa , ilustre y gloriosa ; la mas noble entre todas. Ahora debemos ilustrarla sin separarnos de sus tradiciones, ni tomar de otros pueblos nuevos tipos para embellecerla , sino que se debe ennoblecer con el aspecto que la pertenece el cual es el austero, de cuya severidad y filosofía, si nos separamos, perderá toda su fuerza moral hasta borrar se totalmente la sublime tradición de nuestros antepa sados, perdiendo un triunfo que tanto tienden á eclip sar las demás naciones. La España tiene en ciencias y en artes un tipo clásico especial que la hace única entre todasjas otras civiliza ciones; tipo al que no podrán llegar las otras naciones, cual es el que dejaron los árabes y que se abandonó con las influencias de las sociedades que se sucedie ron, y que en la época presente , aprovechándose de sus luces, podría producir el renacimiento de una ori ginalidad propia y con grandes ventajas sobre todas las que desde aquel tiempo observamos que han aparecido, empleando para esto el estudio analítico y las lecciones de la esperiencia. Santa, gloriosa y sublime es nuestra filosofía, que nos ha conducido á la victoria , creando grandes hechos históricos. La España ha triunfado siempre del poder de las fuertes naciones que intenta ron subyugarla; triunfódel grande poder romano, triunfó igualmente del árabe pagano, se hizo independiente del universal conquistador mirando con generoso desden á los que le usurparon la adquisición de un nuevo mundo, obtenido con tanta gloria. Sin embargo, ¡se desdeñan los monumentos que puedan atestiguar tantas grande zas! ¡Se dejan perder los testimonios que llaman la atención de las generaciones venideras, con peligro de que la rivalidad , como lo procura siempre, pueda os curecer nuestras tradiciones ; dejamos que se adelan ten otras naciones, y que nos superen tal vez con la apariencia de hechos que no les pertenecen. Los

que mirando por el interés de su patria han eleva do monumentos á costa de nuestro abandono, nos han mirado con aparente desdén por habernos dormido sobre el lecho de las conquistas. En todos los diversos pensamientos sobre el arte, se ve siempre que el hombre se procura imágenes de re poso que le conduzcan á la virtud, que en todas las di ferentes civilizaciones ha procurado seguir como un consuelo en las turbulencias del alma , educándola ar tísticamente para qué se obtenga ese privilegio con el maravilloso efecto del refinamiento y levantado gusto de las bellas artes. Debemos lamentarnos de que míentras se llegaba antes á ese resultado por medio de los templos y catedrales, estas hoy dia nos representan el silencio del desierto por el abandono en que yacen, como si se hubieran declarado inútiles, y nos pronos tican que lo que antes se buscaba en el templo , ahora • se ha de conseguir por medio del bienestar doméstico, haciendo de la casa particular el templo de la salud, el de la amistad y de todos los virtuosos placeres de esta vida, pues esta es la marcha que llevan las creen cias del moderno movimiento social. En España nece sita la arquitectura una nueva forma que no se puede ir á buscar en ninguna otra nación, sino que el artista la ha de encontrar por medio de los recursos del arte y su buen criterio» Estos sólo pueden hallarse por medio del dibujo, como fundamento de todas las bellas artes, porque guiado el artista por la inteligencia, saca de mu chas cosas un juicio universal semejante á una forma, y una verdadera idea de todas las cosas de la naturaleza. Con esta facultad, el arte puede ser creador, perfeccio nando lo creado, representando, no sólo la verdad, sino también lo verosímil de lo venidero, y lo posible, pue de sobreponerse á la misma naturaleza por medio de una belleza original. Los verdaderos modelos de la naturaleza, variadamente combinados y acomodándo los con el auxilio de la meditación , de la inteligencia, y recursos felices de la imaginación, son realizables or el mecanismo artificioso de la mano y por todos os otros medios, por los cuales el hombre se industrii á poner en práctica, para multiplicar y estender las fa cultades físicas. La cúpula de San Pedro de Roma, no se hizo con teorías científicas, sino que su ejecución fue debida á la observación práctica del artista con los recursos de la esperiencia , por el estudio que Miguel Angel hizo en la trazada en Santa María de las Flores por Bruneleschí. El dibujo es la espresion del artista , es el sustan tivo del idioma del arte, es un ramo de humana gen tileza y cultura , y por consiguiente el cultivo de esta parte será siempre, y en todos tiempos, el que haya elevado el arte arquitectónico al mas alto grado de per fección, asi como su abandono ha sido la causa de ver lo reducido á las consecuencias del capricho chavacano casi de barbarie, y si en la época presente se ha me canizado , no nos lamentemos de carecer de la consi deración que merece dicha carrera, que no se cultiva con la sublimidad y erudición necesaria para sacar de la historia de los pueblos, su forma y aplicación reali zable por el cultivo del dibujo; pues ni con. las bellas partes de muchos cuerpos reunidas en uno solo, ni con los medios de geométricas proporciones se consigue la belleza , dádiva sólo de los que bien organizados la in vocan por medio del arte del buen diseño. Para con firmar esta opinión del estado actual de esta carre ra, diremos aquí lo que oportunamente leemos en un autor que dice : «Cuanto mas inferior es una idea, tinto mas sometida está á las exigencias de la simetría , y cuanto mas simétrica, es tanto mas esclava, resultando la gravedad en vez de conseguir la belleza. La antigüe dad dice á los siglos por medio de los efectos del arte, el estado de creencias mas ó menos verdadero. Asi nosotros decimos al ver los monumentos árabes, el Edem no ha sido mentira ; al ver los griegos, el sen sualismo no ha sido mentira; al ver los romanos, el do minio del mundo por la fuerza no ha sido mentira; al ver el Duomo, ó sea la catedral de Orvieto, la religión cristiana , es y será siempre una verdad triunfante so bre todas las demás. Al ver los resultados de la cultu ra de este arte en el siglo presente no sabríamos qué decir sino que cuando la arquitectura nada dice, es fiorque los hombres que la conciben lian degenerado wsta el punto de necesitar una nueva intervención de Dios en su índole para volverlos á la pureza que h uí perdido.» El genio no se compra, ni se vende, ni se roba , ni se conquista ; es un don del cielo, instinto divino que llega en un momento inesperado, por cuya razón no conviene invocarlo: su propiedad es la perfección. Las obras de los mas de los arquitectos son consideradas escelentes , pero no nacidas del génio, como por ejem plo un Bramante, un Brunclesco, un Buonarroti, un Paladio, un Sansovino, pero el pórtico del palacio má ximo, en Roma, el del Peruzzi, en Siena; la capilla de los peregrinos y la puerta del patio de San Miguel, el columnato del Perault, el del Bernini en el Vaticano, la Santa Justina en Pádua, el Caprarrola del Binó lo, etc. , etc. , y casi todas las obras que se produjeron en toda la Europa sólo con el servil uso del clasicismo griego, carecen del feliz estudio que conduce al Divina; particulam aura;. Partiendo de este principio diremos que en cuanto