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TIPOS DE VOLUNTARIOS DE LA HABANA.

comenzaba á ejercer esa fascinación de las primeras gracias infantiles, regresaba á su casa. Penetró en la estancia. Una ojeada rápida le bastó EPISODIO HISTORICO. para alcanzar toda la intensidad de su nuevü desgracia. ¡ Del fondo del corazón de aquella pobre madre se El. RAPTO. exhaló un grito desgarrador, y cayó desplomada y sin Son las ocho do la noche del segundo día de Car sentido sobre la cuna vacía de su Purita. naval. Blanca, acompañada de la anciana doña Beatriz, su buena y amable vecina, terminaba su labor, que con La carta que Emilio recibió en la noche que se se sistía en un elegante prendido de delicada forma y paró de nosotros, era un aviso de un fiel y antiguo sir alta novedad ; prodigó algunas caricias á su hermosa viente, partícipe de su secreto amor, á quien tenia en Punta, la durmió y colocó en la cuna recomendándo Madrid con el exclusivo objeto de vigilar á Blanca, y la al cuidado de Beatriz ; y envolviéndose en su man de noticiarle cuantas novedades la ocurrieran. Aquel to salió á entregar la labor, esperada con impaciencia, aviso estaba condensado en estas breves líneas : por ser encargo de una elegante joven que habia de «Ha desaparecido la niña , se cree que robada. La lucir el prendido en aquella misma noche. señorita Blanca inconsolable, con fiebre; pero irritadíQuedo sola doña Beatriz en la modesta estancia, en sima contra usted á quien imputa el origen del rapto, tregada á sus oraciones, en tanto que la niña dormía, no quiere hacer cama , comprometiendo su vida , y y dividiendo el tiempo entre el libro de rezo y el com pasa casi todo el dia buscando á su hija por esas calles pasado movimiento de las cuentas del rosario, no per loca, fatigada, estenuada por la calentura, el dolor y cibió un ligero ruido producido á la puerta. el cansancio.» En efecto; tres siniestras figuras, con el rostro ta Un misterioso aviso, semejante al que dejamos tras cado , penetraron cautelosamente. Eran tres máscaras crito, llegó también á poder de mi primo, á nuestro de dominó negro, una de las cuales afianzó por la es regreso de la montería, según él había previsto. Siem palda á la anciana, mientras otra se le acerco silencio pre me ocultó su procedencia, aunque posteriormente sa y pausadamente, y aplicó á su nariz un pomo que le tuve ocasión de presumir que estaba en secreto acuer hizo perder el sentido. Ni tiempo tuvo la anciana para do con los porteros de la casa de Blanca. exhalar el primer grito de sorpresa : tan rápida fue la acción del cloroformo. Dueños del campo los encubiertos, tuvieron la cruel TRASFORMACION. precaución de atar á la pobre Beatriz á la u isma silla Ocho dias después del misterioso é inexplicable rap donde yacía, poniéndole como mordaza un pañuelo en la boca. El primero de ellos se acercó á la cuna, con to de la niña, hacia ya dos que estábamos en Madrid. templó breves instantes á Punta dormida, y dominan Nada sabíamos de Emilio ; y aun cuando mi primo iba do cierta vacilación de que parecía poseído, sacó otro progresivamente interesándose, y aun contagiándome, narcótico y lo aplicó á la niña. Esta sufrió un ligero por conocer el estado de las cosas entre aquellos pobres estremecimiento, y volvió á su anterior reposo, pali amantes, no habia querido dar lugar á sospechas pre sentándose á seguida en casa de Blanca. Temía une el deciendo un tanto sus frescas mejillas sonrosadas. A seguida el mismo máscara, que parecía jefe, tomó triste Emilio sufriese un nuevo martirio al ver divul en sus brazos la niña , la envolvió entre los pliegues gado el secreto de sus amorosos tormentos. Pero á la siguiente mañana se decidió y visitó á Blan del capuchón , y con silencioso ademan significó á los ca. Su admiración llegó al estremo cuando vid que la otros la órden de partir. Llegaron sin obstáculos á la calle, y sin que los por joven pálida y ostentando en su bello rostro las subli teros se apercibiesen de su salida , tomaron un car mes huellas del dolor, le recibió tranquila y hasta con ruaje que en la cercana esquina les esperaba. El coche tenta , celebrando con alegres frases la satisfacción inesperada de volver á ver á su salvador. partió al galope. Media hora después, Blanca tranquila y resignada La joven se le mostró menos exponlánea, esquivan con su infortunio, al que servia de lenitivo el trabajo, do toda explicación sobre la desaparición de la niña. y de inmenso consuelo la hermosura de su bija, que ya ¿Cómo darse razón de semejante cambio? HEROISMO DE MADRE.

Por ella supo también que Emilio habia tenido la osa día de romper por todo; y contra sus terminantes pro hibiciones penetró en su casa para justificar su ino cencia y complicidad en el rapto de la hija de ambos. Blanca, por toda contestación á sus protestas , y toda vía subyugada por un inmenso dolor, le dijo estas la cónicas*)' enérgicas frases: «Si todavía sois accesible á la voz del honor, la única justificación que podré admi tiros será esta : «devolvednie á mi hija ; buscadla como la busca su madre. » (Se continuará.) C. BrüNST.

GKROGLIFIGO.

La solución de éste en el próximo número. ABELARDO DE CARLOS, EDITOR. ADMINISTRACION, CALLE DE BAILEN, NÚM, i.— MADRID. IMPRENTA DE GASPAR V ROIG.